Hola, me llamo Juan y no fui a la huelga, no fui porque pensé que si no iba yo, las cosas seguirían igual, y si iba, pasaría lo mismo, lo cierto es que las cosas no han ido igual. Hoy me han dado la carta de despido, he faltado a mi trabajo por enfermedad justificada y ha sido suficiente para la empresa para echarme por cuatro duros.
Pensé que no ir a la huelga no me afectaría y además si hubiera beneficios yo también gozaría de ellos pero al final parece que mucha más gente egoísta como yo, pensaba lo mismo. Yo decidí no ir a la huelga en beneficio propio, no pensé en los demás, no quería perder 50 euros de ese día de trabajo, además llevo trabajando en esta empresa más de 10 años, nunca pensé que me pudieran echar por una baja médica justificada.
He sido un egoísta y un esquirol, ahora estoy en la calle por no haber defendido los derechos de todos los trabajadores por un beneficio temporal y propio.
Hola, me llamo Sofía, tengo dos hijos y estoy embarazada de otro. Yo no fui a la huelga porque pensé que la huelga era sólo para los que no tenían trabajo o los que les habían echado a la calle, yo tenía mi trabajo y nunca pensé que asistir a mi trabajo me perjudicaría más que salir a la calle a protestar por mis derechos y los de mis hijos. Ahora lo pienso y me doy cuenta que he sido una estúpida, he fallado a mis hijos permitiendo que el gobierno hipoteque sus vidas con reformas laborales que lo único que hacen son encarcelarnos aún más en nuestras necesidades.
Ahora que estoy de dos meses, no sé que voy a hacer, tengo 3 niños, mi marido está en el paro y tengo una hipoteca de 1000 euros que pagar.
Debí haber ido a la huelga pero fui una egoísta, sólo miré por mí, como yo tenía trabajo, no quise mirar por los demás, ni siquiera por el futuro de mis hijos, eso me convierte también en una mala madre y persona, si nosotros no luchamos por el futuro, quién lo va a hacer? Desde luego si hay otra huelga iré pero ahora que lo pienso, fue cuando más tenía que perder cuando no fui.
Hola, me llamo Alerto y soy un esquirol, yo tenía un buen trabajo y ganaba un buen sueldo por eso decidí que a mí las reformas no me afectaban y por tanto no tenía porque ir a ninguna huelga peligrando mi posición laboral y personal. Lo cierto es que ahora me han echado a la calle, la empresa dice que es que ha tenido una reducción en sus beneficios y es motivo suficiente para despedir trabajadores y parece que con la nueva reforma la cuál yo no defendí en la calle, eso lo convierte en legítimo. Además me han dado una miseria por el despido, después de tantos años trabajando en esa empresa...
Jamás miré por los demás y me dio igual que el resto del mundo perdieran sus casas, sus trabajos, su dignidad pero si hubieran sacado algún beneficio por la huelga, sin haber asistido, mejor para mí.
Yo pensaba que ese no era mi problema, que era de los demás, ahora igual es tarde para pelear por mi situación, debería haberla previsto antes. Como ahora me afecta a mí directamente, no me queda otra que protestar e ir a la huelga cuando se convoque otra pero ahora que lo pienso, fue cuando más tenía que perder cuando no fui.
Podría inventarme n nuevos casos de afectados por la reforma laboral, podría acusar con el dedo a muchos que no irán a la huelga, a gente egoísta, que tiene mucho que perder pero no tiene valores, no es solidario, no tiene intención de cambiar su futuro y lo que es más importante, el de sus seres queridos, no lucha por sus amigos ni familia, ni sus hijos si los tiene o por los que algún día vaya a tener.
Estas personas que no irán a la huelga porque prefieren ocultarse como si nada pasara, son la peor lacra a la que nos enfrentamos en nuestra sociedad, son la misma gente que cuando pides ayuda están mirando hacia otro lugar, los mismos que cuando les van a quitar un euro de su sueldo están los primeros para protestar pero si es a un compañero de toda la vida, ese día no están en la cola de las reivindicaciones.
Son los que se quieren beneficiar del esfuerzo de los demás, de la lucha contra la política y sus extrañas medidas para favorecer a la sociedad perjudicándola con despidos masivos, bajadas de sueldos, embargos, desahucios y represiones policiales en las que solicitan un mínimo sus derechos.
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